El PP, el partido que consiguió auparse en 2011 con una de las más evidentes mayorías, se encuentra en un estado de máxima fragilidad, y debe decidirse si quiere ser el partio más votado en las próximas elecciones o continuar languideciendo envuelto en la corrupción, y los mensajes de la mejora económica.
Pero, todos miran a Rajoy, aquel que junto a su "fiel" asesor Pedro Arriola,están decididos a fracturar y debilitar con mayor dureza, si cabe, al PP. No digo que sea un acto plenamente consciente y voluntario, sino que su actitud está desprovista de cualquier uso de razón, y en un acto del mayor de los narcisismos se aferra a su cargo, que podrían volatilizar al PP en las próximas generales. Precisamente una refundación es lo que realmente necesita el PP, algunos barones (como a muchos de los periodistas le gusta llamar a los líderes regionales del PP) han exigido un cambio de caras, y algunos han puesto en acción esa máxima convocando congresos para que ellos mismos abandonen el control de los partidos regionales, un acto de profunda necesidad que debería darse en todos los puntos de la estructura "popular".
Pero, de nuevo, todos miran a Rajoy, por que es el principal "cáncer" del PP, es quién impulsó al PP a la mayoría, sí, pero si la renovación no llega a las altas esferas supondrá el fin de un partido que supo y sabe agrupar a la mayoría de españoles, en una postura centrista, el PP. La irrupción de partidos nuevos han beneficiado al clima de renovación de la democracia, pero tan sólo su aparición, no la aplicación de sus programas, que en partidos como Podemos, supondría el fin del Estado del Bienestar, y la inclusión en un estado de toques extremistas que no benefician a nadie.A pesar del peligro de políticas extremista, una parte notable de la ciudadanía confía su voto en esta formación, debido al hartazgo y desesperación que muchos sufren y que el PP ha ninguneado por completo. Precisamente ese, es una de las grandes bazas que el PP debería jugar, volver a recuperar el voto de la calle, integrando a la juventud en la política, pese a que entiendo la política como un ejercicio de todos, de mayores y jovénes, de todas la edades, pero es notable que el PP ha perdido el favor de una juventud que continua fuera de nuestras fronteras aspirando a una vida mejor en otros lugares del mundo por la situación laboral de nuestro país.
Pero, todos miran a Rajoy, aquel que junto a su "fiel" asesor Pedro Arriola,están decididos a fracturar y debilitar con mayor dureza, si cabe, al PP. No digo que sea un acto plenamente consciente y voluntario, sino que su actitud está desprovista de cualquier uso de razón, y en un acto del mayor de los narcisismos se aferra a su cargo, que podrían volatilizar al PP en las próximas generales. Precisamente una refundación es lo que realmente necesita el PP, algunos barones (como a muchos de los periodistas le gusta llamar a los líderes regionales del PP) han exigido un cambio de caras, y algunos han puesto en acción esa máxima convocando congresos para que ellos mismos abandonen el control de los partidos regionales, un acto de profunda necesidad que debería darse en todos los puntos de la estructura "popular".
Pero, de nuevo, todos miran a Rajoy, por que es el principal "cáncer" del PP, es quién impulsó al PP a la mayoría, sí, pero si la renovación no llega a las altas esferas supondrá el fin de un partido que supo y sabe agrupar a la mayoría de españoles, en una postura centrista, el PP. La irrupción de partidos nuevos han beneficiado al clima de renovación de la democracia, pero tan sólo su aparición, no la aplicación de sus programas, que en partidos como Podemos, supondría el fin del Estado del Bienestar, y la inclusión en un estado de toques extremistas que no benefician a nadie.A pesar del peligro de políticas extremista, una parte notable de la ciudadanía confía su voto en esta formación, debido al hartazgo y desesperación que muchos sufren y que el PP ha ninguneado por completo. Precisamente ese, es una de las grandes bazas que el PP debería jugar, volver a recuperar el voto de la calle, integrando a la juventud en la política, pese a que entiendo la política como un ejercicio de todos, de mayores y jovénes, de todas la edades, pero es notable que el PP ha perdido el favor de una juventud que continua fuera de nuestras fronteras aspirando a una vida mejor en otros lugares del mundo por la situación laboral de nuestro país.